Carta de ajuste


Las despedidas nunca son fáciles.

Decir adiós nunca se me ha dado bien.

Pero siempre llega el momento en el que tienes que hacerlo, forma parte de eso que llamamos «vida».Y es entonces cuando puedes hacer un balance de lo que te han aportado. A unos cuantos les tengo que agradecer muchas cosas: el estar ahí, el apoyo, los cafés y los hombros para llorar y la paciencia para enseñarme.

Lo bueno es que esas personas lo saben y ese adiós espero que no sea definitivo: la princesa que nunca tocaba el suelo, la figura maternal, la que salió de la tarta con una sonrisa colgada en los labios y a la que la sonrisa rara vez le llegaba a la boca, la persona que sabía contar estrellas cuando a los demás nos deslumbraban las luces de la ciudad, aquella persona que conocía los secretos de los tigres y la que usaba sus pasos como armas arrojadizas,…

Y prefiero dejarlo aquí con una sola palabra:
GRACIAS

mp3: Fangoria «Adios»

mp3: Enrique Urquijo y los Problemas «Ojalá que te vaya bonito»

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