Algún día (de lluvia) te escribiré (algo como) esto


 

Estas tres historias están relacionadas entre sí. Son una suerte de trilogía accidental.
[
Parte 1] [Parte 2]

 

blog28112010

Ella mira por la ventana torturada de forma inclemente por la lluvia de un otoño interminable. La amargada luz de noviembre apenas llega a iluminar las esquinas de la estancia. En momentos así, Teresa recuerda las veces que incendió ciudades del extrarradio, los amantes anónimos, los amantes sin rostro, los días en los que sólo importaba el momento. Y siempre rememora aquellos días con el par de chicos de un barrio de más allá de las vías del tren, en un coche prestado o robado, daba igual, buscando el mar. Cree recordar que en esos días fue algo parecido a feliz, con el sol deslumbrándole y un incierto calor en medio del pecho. Las más de las veces se pregunta qué fue de ellos, de aquellos chicos ingrávidos y celestes que necesitaban un empujón para saber que estaban hechos el uno para el otro. Para ella siempre serán unos críos que empezaban a aprender a vivir.

No sabe por qué, pero siente que tiene que volver a saber de ellos, pero no tiene ni idea por dónde empezar. Se los imagina viviendo juntos, siempre el uno con el otro, creciendo y aprendiendo juntos. No concibe que los caminos de ambos se hayan separado como una vez ella tuvo que buscar su propia vida.

Busca un papel y un bolígrafo y empieza de nuevo la carta que tantas veces ha empezado y que nunca ha terminado porque no sabe a dónde enviarla.

mp3: Christina y los Subterráneos “Días grandes de Teresa”

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