No sería más de las tres,
o tal vez sí,
pero no importa,
y trataba de resolver
problemas pendientes,
eso sí que no importa,
la cuestión
es que la respuesta
nunca pareció tan acertada.
Los días en los que intenté vivir
se convirtieron
en recortes de periódicos
en una hemeroteca abandonada.
Apuraba el último rastro de alcohol,
mirando más allá de la melancolía.
Lo único que encontré
fue lo que nunca quise hallar.
Aún faltaba demasiado para que amaneciera.
Los días en los que intenté vivir
se convirtieron en polvo,
nunca fueron más que un desengaño,
pero no me importó.
No me importó.