Me ves respirar
dormido
en la cama,
cuando sales del cuarto
y tus pies
te parecen
lo más real a lo que puedes asirte.
Sólo piensas en ti mismo.
Me ves respirar
mientras abandonas el cuarto
buscando retazos
de la noche anterior
con los que construirte
un recuerdo a medida.
Sólo piensas en ti mismo.
Me ves hundirme,
dormido,
en la cama,
buscas un salvavidas
que te arranque
del pecho
éste error.
Sólo piensas en ti mismo.
Y no sé reprocharte lo egoísta que eres.
Me ves hundirme
respirando en la cama
mientras la habitación queda lejos
y la mañana
hiere tus pupilas
con su amarga calidez.
Sólo piensas en ti mismo.
Y aún no sé cómo odiarte.