Leonardo da Vinci

¿Qué nos puede enseñar da Vinci sobre el Marketing de Contenidos?


Después de más de medio milenio, la obra del genial Leonardo da Vinci sigue siendo reconocible de forma instantánea. Más allá de la constante atención de los medios, los museos y los conspiranoicos, el éxito de Leonardo se basa en saber aprovechar, cuando no crear, las tecnologías en boga y sacar partido a las oportunidades que se le presentan, cosa de la que pueden aprender los profesionales del Márketing de Contenidos.


LLEGAR MÁS ALLÁ
Cuando alguien habla de da Vinci, de forma inmediata pensamos en la pintura, en la Gioconda o en la Última Cena. Pero Leonardo, como muchos otros artistas del Renacimiento (insertense aquí el resto de nombre de las Tortugas Ninja), fue también escultor y arquitecto.


Lo que le diferenció del resto, lo que le convierte en un ejemplo para los profesionales de hoy en día, es su capacidad para cruzar todos los límites establecidos y dedicarse también a la ingeniería, a la botánica, a la filosofía, al urbanismo, a la música, a la cocina.


Está claro que no podemos destacar en todas las áreas, pero sí que podemos aprender de él a no conformarnos ni estancarnos en nuestro nicho, sino tratar de llegar más allá.


En la misma línea, debemos plantear qué contenidos incluimos en nuestra estrategia. Primero debemos pensar que en esta rama del Marketing lo que estamos buscando es que el consumidor sepa que existimos. No estamos vendiendo, al menos no directamente: estamos diciéndole dónde estamos, qué podemos ofrecerle. Si nuestro contenido sólo se centra en nuestros productos, es casi seguro que no atraigamos más que a nuestro público objetivo y que una vez pasada la novedad, no se interesen más por lo que les ofrecemos. Ahora bien, si encontramos un nicho de intereses que atraiga al público, en especial a nuestro nicho de mercado, nos tendrán presentes como una marca cercana y recurrirán a nosotros


REUTILIZAR EL CONTENIDO QUE GENERAMOS
Los cuadernos que nos ha legado da Vinci nos demuestran lo prolífico que era el artista, parecía querer reflejar todo lo que le producía curiosidad. Y esos esbozos muchas veces encontraban su reflejo en su obra, bien como parte del paisaje, bien en la anatomía de los personajes reflejados, quizás en el funcionamiento de alguno de sus inventos.


De la misma forma, siguiendo este planteamiento, en el Marketing de Contenidos podemos y debemos reutilizar el contenido que estamos creando.


Si nuestra estrategia de contenidos pasa por lanzar un post semanal en el blog de la empresa, dicho post lo podemos transformar en un podcast o quizás en un video. Tal vez un artículo demasiado largo puede ser lanzado en varias partes, generando contenido para varios posts y, si es realmente interesante, atrayendo más visitas de usuarios que quieren continuar incrementando su conocimiento sobre el tema, generando engagement. Podemos extraer unas cuantas citas que podemos transformar en tweets. Las imágenes son un buen reclamo para en Pinterest pero tal vez tengamos un mayor impacto en Instagram.


No sólo estamos empleando nuevas plataformas de desarrollo, además estamos prolongando la vida del trabajo realizado optimizando nuestros recursos si bien, como veremos más adelante, el sentido común debe ser el que nos guíe.


EXPERIMENTAR
De su faceta como científico, Leonardo da Vinci aplicó la experimentación a su arte, aunque lo cierto es que con resultados tan desastrosos que sólo nos han llegado una veintena de obras.


En el Marketing de Contenidos debemos experimentar también, pero no debemos dejarnos llevar por las últimas tendencias en Redes Sociales y formatos. Por una lado debemos pararnos a considerar si el público está interesado, si es partícipe de esa red, es decir, si nuestra empresa se promociona en Tuenti pero nuestro mercado son los productos para la Tercera Edad, los usuarios nos pueden tener en cuenta para algún miembro de su familia, pero parece poco probable que vaya a comprarnos algo. Por otro lado, si tenemos capacidad para asumir los costes que suponen la inclusión de un nuevo formato y si tenemos los recursos para llevarlo adelante.


Podemos tener una gran idea para desarrollar un podcast pero no tenemos capacidad para grabarlo o, al lanzarlo no lo escucha nadie. O peor aún, realizamos un vídeo del que todo el mundo termina riéndose pero que no obtiene resultado alguno para la empresa. Esto no significa que tengamos que poner el “no” por delante, lo que tenemos que hacer es ser conscientes y, sobre todo, realistas, con la plataforma y la manera en la que lanzamos nuestros contenidos.


En definitiva, después de más de quinientos años Leonardo da Vinci nos sigue dando lecciones y nos enseña que debemos llegar más allá, reutilizar el contenido que generemos y también experimentar tanto en formas como en plataformas.
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