En esto del Marketing aparecen términos nuevos cada día, palabras que te dejan mirando al infinito en plan tratando de entender lo que te están tratando de transmitir
Desde esta parte del blog vamos a tratar de hacer un pequeño glosario con varios términos empleados en Marketing en general, y en Social Media y Content Marketing en particular.
Como son bastantes términos, intentaremos hacerlo más ligero y dividir el artículo en varias partes.
¿Listos? ¡Pues empezamos!
CTA – CALL TO ACTION
Empezamos por algo sencillo, el CTA el acrónimo de «Call to action» o «Llamada a la acción». En otras palabras, quieres que el lector de tu post o de tu newsletter haga algo con ella. A ser posible que redunde en el beneficio de la empresa. Puede ser que visite la web. O que haga un comentario en Facebook… Puede estar implícito en el texto, pero si no pones un «Haz click aquí» o similar de la forma más llamativa posible (sin caer en lo hortera), lo más probable es que el usuario no haga nada y todo tu esfuerzo haya sido inútil.
¡Albricias! Logramos que el usuario abra nuestra newsletter, la lea, le interese el contenido y pinche en el enlace para acceder a nuestra web y ver la oferta en profundidad ¿Qué se encuentra? La página de inicio de siempre, donde ni se menciona la oferta más que en un enlace escondido en la parte inferior izquierda de la página (ahí donde no mira nadie). Encima el usuario ha accedido desde su móvil y la web no está adaptada y tarda un montón en cargar. Así que al final cierra la web y se olvida de nosotros.
Esto lo podemos solucionar creando una página específica para la oferta (si además es adaptable a dispositivos móviles, miel sobre hojuelas), y que es a lo que nos referimos por Landing Page.
LEAD
Otras veces, lo que pedimos al usuario es que rellene un formulario con sus datos. Es lo que se llama un lead. Ahora piensa en tu experiencia en internet ¿Cuántos formularios has rellenado? Seguro que los que más te gustan son aquellos que son largos como un día sin pan ¿Verdad? Pues eso, trata de hacerlo lo más simple posible.
Reacción habitual del usuario cuando el formulario es demasiado largo (Fuente: http://www.buzzfeed.com)
FUNNEL
O embudo, lo que viene a referirse a todos esos usuarios que van pasando por distintas fases desde que reciben la newsletter, o pinchan en el banner de una web, o aterrizan en la landing page, o acceden a la página de Facebook y siguen todos los pasos hasta llegar a lo que nos hemos marcado como objetivo, lo cual no es necesariamente una venta, sino que también puede tratarse del visionado de un video o la descarga de un archivo.
Como el doctor Frank-n-Furter (1) creó a su «monstruo» el responsable del plan de marketing debe crear a su cliente ideal, lo que se llama un buyer persona. Para ello lo primero que tienes que hacer es analizar quiénes son tus clientes actuales, el estado del mercado, las fortalezas y debilidades de la empresa y, sobre todo, segmentar. Con todo esto, aparecerá el perfil del cliente ideal en el que te debes centrar y con el que podrás alcanzar tus objetivos.
¿Que no encuentras tu buyer persona? ¡Créala como el doctor Frank-n-Furter! (Fuente: http://www.buzzfeed.com)
Hasta aquí la primera entrega sobre palabros de marketing. En próximas entregas, más.
Si algo ha quedado claro en el 2014 es que el Márketing de Contenidos ha pasado a convertirse en uno de los elementos más poderosos dentro esta disciplina. No sólo por su indudable utilidad a la hora de mejorar el SEO, sino por el engagement que genera y la potenciación de la imagen de marca. Ahora bien, estamos hablando del 2014, lo que en los términos temporales en los que nos movemos hoy en día viene a ser tan remoto como la fecha de fabricación de los guerreros de terracota, así pues pensemos en lo que nos depara el 2015 en el sector. Del “productocentrismo” al “clientecentrismo” Lo primera certeza a la que nos enfrentamos es que el tiempo de vender, en el sentido más estricto del término, se ha acabado. En realidad lleva bastante tiempo agonizando, pero en los últimos tiempos su fallecimiento puede certificarse. Las empresas deben ser conscientes de que su producto no es el centro. Puedes tener el mejor producto del mundo, pero si no te lo compra nadie no te sirve para nada. ¿Y quién compra el producto? El cliente. La empresa debe empezar a servir a su audiencia mediante entradas que aporten valor, responder a las preguntas, solventar las demandas de su público. Reboot Durante el 2014 se habrá aplicado una determinada estrategia de márketing, seguramente centrada en los contenidos y (si se ha sido un poco avispado) en el cliente, llegando a él a través de todas las posibilidades que nos dan las Redes Sociales. Pero claro, dentro de esa estrategia debe llegar el momento en el que se deben medir los resultados obtenidos. De hecho, si una estrategia de marketing carece de la valoración de los resultados es más que probable se dirija al más absoluto de los fracasos. Al fin y al cabo, un plan de márketing no es más que una hoja de ruta que nos indica a donde queremos llegar. Si no conocemos nuestro destino podemos disfrutar de un viaje enriquecedor y maravilloso pero nunca sabremos cuándo hemos llegado. Con los resultados en la mano llega el momento de valor, verificar qué ha funcionado, qué es lo que no lo ha hecho, las razones detrás de los éxitos y de los fracasos. Es el momento de volver a empezar, replantear los cimientos de la estrategia de marketing, considerar las herramientas que vamos a utilizar y cómo vamos a hacerlo, sentar las metas que queremos alcanzar. Y empezar a trabajar para conseguirlas. Humanización Si hay algo que hemos aprendido de HAL 9000 o del Hector de “Saturno 3” o de los sucesivos Terminator, es que la falta de sentimientos y de empatía puede llevar a desastrosas consecuencias. El mundo en el que vivimos está ya tan deshumanizado que cada día nos parecemos a los hombres grises del “Momo” de Michael Ende. Si nuestro mensaje no es humano no alcanzará a nuestra audiencia. Tal vez cuando las máquinas sean nuestro público objetivo podamos ser binariamente asépticos Dotemos nuestros mensajes con cierto humor y complicidad, siempre dentro de los límites del respeto y la educación y manteniendo una línea coherente con la imagen que queremos dar. Con esto no se quiere decir que empezamos a contar chistes en Twitter o colgar imágenes de gatitos en los muros de Facebook sino que debemos demostrar a nuestra audiencia que somos humanos. La historia con imagen entra En un mundo digital nuestra historia tiene que ser digital. Aprovechando las ventajas que nos ofrecen los unos y los ceros, podemos llamar la atención de nuestra audiencia usando imágenes, videos, audios… El mundo del blanco sobre negro no está muerto, ni mucho menos, pero hoy tenemos gran cantidad de recursos al alcance de nuestra mano con los que convertir nuestra historia en algo que llame la atención, que genere complicidad con nuestra audiencia y que sea digna de ser compartida e, incluso, de ser recordada. Medir, medir, medir… Lo que decíamos antes: si no medimos no sabemos si estamos haciendo las cosas bien, regular o mal, si la estrategia que usamos en Twitter funciona o si tal vez estamos desperdiciando nuestro tiempo en Foursquare o en Google Plus. A lo mejor los artículos sobre los matices de blanco que perciben los esquimales no interesa a nuestra audiencia pero les apasiona todo lo que les contamos sobre el Doctor Who. Si no medimos, no podremos saberlo y reforzar esa línea de contenidos, obteniendo mayor atención por parte de nuestra audiencia. Pero los KPIs los debemos establecer en función de los objetivos de nuestro plan de marketing, debemos conocerlos de antemano e ir verificando la evolución de los mismos. De todas formas, debemos tener la precaución de no perdernos en un mar de datos que no vamos a ser capaces de interpretar. No debemos de ver la medición y las estadísticas como el enemigo sino como la herramienta que nos va a ayudar a obtener el objetivo que perseguimos. I can get your satisfaction El cliente, que seamos capaces de proveerle de una experiencia completa y satisfactoria se convertirá en el eje sobre el que pivote toda estrategia de marketing en el 2015. El usuario de hoy en día exige participar y colaborar, dar su opinión, compartir con su entorno los contenidos que le resultan interesantes, relevante. Si conseguimos esto, colmaremos las expectativas de nuestra audiencia. En pocas palabras, lo que el 2015 nos va a traer es una humanización mayor del márketing de contenidos centrado aún más en la experiencia del cliente, siempre midiendo los resultados para poder valorarlos y mejorar dicha experiencia.
Hace casi treinta y cinco años que falleció, casi cuarenta años desde su última película. Pero cada vez que alguien dice la palabra “suspense” se nos viene a la mente la oronda figura del socarrón director Alfred Hitchcock. Consiguió que su nombre se asociara a una determinada forma de hacer cine, de entretener al espectador como pocos autores lo han conseguido.
Alfred Hitchcock se convirtió en una marca, baste recordar su serie llamada “Alfred Hitchcock presenta…” que le llevó a entrar de forma semanal en todos los hogares cuando, además, estaba en su apogeo como director. Tratad de escuchar el tema de Charles Gounod (con el evocador título “Marcha fúnebre de una marioneta”): es imposible no imaginar la sombra del director. O sus famosos cameos, fugaces apariciones en pantalla que se convirtieron en un juego con el espectador, llegando a tal punto que se vio obligado a realizarlos en los primeros minutos de metraje para evitar que la gente se despistara de la trama que desarrollaba la película.
Hay unas cuantas cosas que “el mago del suspense” nos puede enseñar sobre marca personal y que podemos aplicar a nuestra presencia en las Redes Sociales:
Es el resultado de todo lo que haces: Hitchcock era conocido como director por sus películas de suspense, pero también se hizo popular por la serie. Pero es que además era productor y guionista. Su nombre se transformó en marca de tal forma que era la cabecera de una revista de relatos de suspense y una serie de libros juveniles. Esa constante presencia en distintos aspectos fomentan la creación de marca. Las Redes Sociales son un cúmulo de elementos: comentarios, opiniones, noticias, imágenes. Todo lo que compartes bajo tu nombre conforma la imagen de marca que proyectas.
Requiere tiempo: Todos conocemos al Hitchcock de los años 50 y 60, de las películas de Hollywood y las grandes estrellas. Pero hasta llegar a esa época debemos recordar que su carrera cinematográfica empezó veinticinco años antes. Generamos una marca desde el primer momento en el que abrimos un blog o un Twitter o un Tumblr, pero si no lo dotamos de contenidos, no lograremos apelar a los usuarios a conocernos.
Refleja tu identidad: El toque de Hitchcock en sus películas y en sus intervenciones en las presentaciones de sus series es lo que asociamos con la identidad del autor británico, le consideramos una persona flemática, con un punto de socarronería y grandes dosis de humor negro. Al final, la gente no se queda el contenido que compartimos en las Redes Sociales, sino que lo sintetiza y crea una imagen de la persona que ha escrito determinado tuit o ha publicado un chiste. Desarrollar tu marca personal termina obligándote a ser transparente y, de esta forma, estás revelando tu identidad.
Se desarrolla y evoluciona: Desde sus inicios en el cine en el Reino Unido en los años 20 hasta sus últimas películas en los 70 pasan 50 años. La imagen, la marca de Hitchcock se desarrolla paralela a su producción cinematográfica. Incluso cuando en los últimos años sus películas parecen tomar derroteros más alejados de los gustos del gran público. De la misma forma que decimos que crear nuestra marca requiere tiempo, al desarrollarla nos daremos cuenta de que hay elementos que nos interesan más que otros y descubriremos cosas que se captarán nuestra atención y pasarán a enriquecernos. Por ejemplo, dentro del mundo profesional podemos descubrir aspectos profesionales en los que queremos desarrollarnos y que vamos a incorporar a nuestro bagaje.
Genera confianza: Ver que una película está firmada por Hitchock lo asociamos a calidad y suspense, aunque no hayamos oído hablar de ella porque se trata de una de sus obras menores o de su etapa inglesa. Esa valoración la hacemos en base a la consistencia desarrollada en su obra. La consistencia con la que desarrollamos nuestros contenidos y compartimos elementos hará que la gente confíe en nosotros y se interese por lo que decimos.
No es (sólo) cuestión de imagen o de aspecto físico: No hace falta ser muy listo para darse cuenta de que Hitchcock no era precisamente ningún Adonis pero su marca no se resiente de su aspecto físico, más al contrario, aprovecha su físico orondo para generar un logotipo reconocible a simple vista. En las Redes Sociales, nuestra imagen es uno más de los elementos que compartimos. Pero a la hora de desarrollar nuestra marca es sólo otro elemento. Si nuestro contenido es interesante, la mera imagen física se ve trascendida.
No acaba nunca: La marca Alfred Hitchcock no desapareció el 29 de Abril de 1980 sino que se ha mantenido a lo largo de los años, bien a través de homenajes de distintos directores, remakes de algunos de sus filmes, publicaciones literarias… Todo contribuye a mantener la marca del director. Nuestra marca personal no será tan trascendente como la del director pero también es un proceso continuo en el que nos desarrollamos y proyectamos nuestra imagen.
Después de más de medio milenio, la obra del genial Leonardo da Vinci sigue siendo reconocible de forma instantánea. Más allá de la constante atención de los medios, los museos y los conspiranoicos, el éxito de Leonardo se basa en saber aprovechar, cuando no crear, las tecnologías en boga y sacar partido a las oportunidades que se le presentan, cosa de la que pueden aprender los profesionales del Márketing de Contenidos.
LLEGAR MÁS ALLÁ
Cuando alguien habla de da Vinci, de forma inmediata pensamos en la pintura, en la Gioconda o en la Última Cena. Pero Leonardo, como muchos otros artistas del Renacimiento (insertense aquí el resto de nombre de las Tortugas Ninja), fue también escultor y arquitecto.
Lo que le diferenció del resto, lo que le convierte en un ejemplo para los profesionales de hoy en día, es su capacidad para cruzar todos los límites establecidos y dedicarse también a la ingeniería, a la botánica, a la filosofía, al urbanismo, a la música, a la cocina.
Está claro que no podemos destacar en todas las áreas, pero sí que podemos aprender de él a no conformarnos ni estancarnos en nuestro nicho, sino tratar de llegar más allá.
En la misma línea, debemos plantear qué contenidos incluimos en nuestra estrategia. Primero debemos pensar que en esta rama del Marketing lo que estamos buscando es que el consumidor sepa que existimos. No estamos vendiendo, al menos no directamente: estamos diciéndole dónde estamos, qué podemos ofrecerle. Si nuestro contenido sólo se centra en nuestros productos, es casi seguro que no atraigamos más que a nuestro público objetivo y que una vez pasada la novedad, no se interesen más por lo que les ofrecemos. Ahora bien, si encontramos un nicho de intereses que atraiga al público, en especial a nuestro nicho de mercado, nos tendrán presentes como una marca cercana y recurrirán a nosotros
REUTILIZAR EL CONTENIDO QUE GENERAMOS
Los cuadernos que nos ha legado da Vinci nos demuestran lo prolífico que era el artista, parecía querer reflejar todo lo que le producía curiosidad. Y esos esbozos muchas veces encontraban su reflejo en su obra, bien como parte del paisaje, bien en la anatomía de los personajes reflejados, quizás en el funcionamiento de alguno de sus inventos.
De la misma forma, siguiendo este planteamiento, en el Marketing de Contenidos podemos y debemos reutilizar el contenido que estamos creando.
Si nuestra estrategia de contenidos pasa por lanzar un post semanal en el blog de la empresa, dicho post lo podemos transformar en un podcast o quizás en un video. Tal vez un artículo demasiado largo puede ser lanzado en varias partes, generando contenido para varios posts y, si es realmente interesante, atrayendo más visitas de usuarios que quieren continuar incrementando su conocimiento sobre el tema, generando engagement. Podemos extraer unas cuantas citas que podemos transformar en tweets. Las imágenes son un buen reclamo para en Pinterest pero tal vez tengamos un mayor impacto en Instagram.
No sólo estamos empleando nuevas plataformas de desarrollo, además estamos prolongando la vida del trabajo realizado optimizando nuestros recursos si bien, como veremos más adelante, el sentido común debe ser el que nos guíe.
EXPERIMENTAR
De su faceta como científico, Leonardo da Vinci aplicó la experimentación a su arte, aunque lo cierto es que con resultados tan desastrosos que sólo nos han llegado una veintena de obras.
En el Marketing de Contenidos debemos experimentar también, pero no debemos dejarnos llevar por las últimas tendencias en Redes Sociales y formatos. Por una lado debemos pararnos a considerar si el público está interesado, si es partícipe de esa red, es decir, si nuestra empresa se promociona en Tuenti pero nuestro mercado son los productos para la Tercera Edad, los usuarios nos pueden tener en cuenta para algún miembro de su familia, pero parece poco probable que vaya a comprarnos algo. Por otro lado, si tenemos capacidad para asumir los costes que suponen la inclusión de un nuevo formato y si tenemos los recursos para llevarlo adelante.
Podemos tener una gran idea para desarrollar un podcast pero no tenemos capacidad para grabarlo o, al lanzarlo no lo escucha nadie. O peor aún, realizamos un vídeo del que todo el mundo termina riéndose pero que no obtiene resultado alguno para la empresa. Esto no significa que tengamos que poner el “no” por delante, lo que tenemos que hacer es ser conscientes y, sobre todo, realistas, con la plataforma y la manera en la que lanzamos nuestros contenidos.
En definitiva, después de más de quinientos años Leonardo da Vinci nos sigue dando lecciones y nos enseña que debemos llegar más allá, reutilizar el contenido que generemos y también experimentar tanto en formas como en plataformas.
(Del b. lat. insultus). 1. m. Acción y efecto de insultar. 2. m. desus. Acometimiento o asalto repentino y violento. 3. m. desus. accidente (‖ indisposición repentina que priva de sentido o de movimiento).
insultar. (Del lat. insultāre, saltar contra, ofender). 1. tr. Ofender a alguien provocándolo e irritándolo con palabras o acciones. 2. tr. desus. Dicho de una enfermedad: Atacar, acometer. 3. prnl. Cuba. encolerizarse. 4. prnl. p. us. Sufrir una indisposición repentina que prive de sentido o de movimiento.
Es bien sabido que para ser político no es requisito haber estudiado, que no se exige un mínimo de preparación previa alguna. Por no tocar el tema de los idiomas, especialmente el inglés. También se sabe que para ser político no es necesario haber trabajado nunca, pudiendo llegar a ser ministro, como es el caso de Fátima Báñez. Pero no sólo me refiero a la empresa privada. Es que si, por casualidad, aprueban la oposición que les de una plaza en algún organismo público, piden la excedencia y no trabajan ni un sólo día en aquel puesto para el cual (es una suposición) han tenido que estudiar hasta que han terminado con los codos pelados (la broma de las rodillas se me ha pasado por la mente, pero he preferido dejarla de lado).
Pues bien, llegan a su puesto de responsabilidad política porque su partido ha logrado la mayoría suficiente como para gobernar (es un decir, es bien sabido que el sistema electoral español, gracias a la ley D’Hont y el cociente Droop, es de todo menos justo y proporcional. Por no mencionar la alergia de los partidos «mayoritarios» a las listas abiertas) y es la hora de llevar a la práctica las promesas que les han llevado a su privilegiada nueva posición. Y ahí, los políticos, independientemente de su género sexual, son como los hombres: PROMETER HASTA METER Y UNA VEZ METIDO… os hacéis cargo ¿no? Empiezan escudándose en las excusas más peregrinas, en el «yo no quería, pero UE/FMI/Merkel/Conferencia episcopal me ha obligado», «la herencia recibida» y el argumento estrella de todos los gobiernos «y el anterior más».
INTERNET: EL ENEMIGO DEL POLÍTICO FALTÓN
Hasta hace relativamente poco las excusas eran relativamente útiles: la gente no tenía más acceso a la información que a través de la radio, la televisión y la prensa, era unidireccional. El españolito recibía la información y ahí se quedaba. Se podía cabrear más o menos, lo podía compartir con sus amigos, familia y compañeros de trabajo, pero no pasaba de la pataleta que se contaba a una serie de personas sin ninguna relevancia para el que estaba en el poder. Pero he aquí que eso cambió y llegó… INTERNET.
Seamos sinceros, la llegada de internet (mediados de los 90) y su generalización no supuso más cambio que un incremento descomunal de la información a la que el personal nos veíamos expuestos. No es hasta que se desarrolla el aspecto más social de la red (lo que llaman redes sociales o web 2.0) que la gente deja de ser el receptor pasivo de la información que recibe a convertirse en generador de la información. Hasta la llegada de Facebook o Twitter. Y entonces es cuando los políticos vieron que la población se desmadraba. Y les da miedo: antes podían soltar alegremente cualquier comentario jacarandoso que dejara al descubierto su incapacidad de gobernar o su desprecio por sus electores y, sobre todo, por el resto de la población del país: la repercusión de esos comentarios no iba más allá de unas cuantas pataletas sin importancia; desde que internet entró en nuestras vidas, sus argumentos y ocurrencias se difunden a tal velocidad que un error puede ser la chanza de la semana, poniendo a sus protagonistas en la picota.
Los ejemplos son múltiples y sangrantes. El más delirante es la explicación de lo que es una «indemnización en diferido»
Hasta hace poco tiempo, un dislate de esta envergadura se hubiera convertido en una mera anécdota. Pero hoy se comparte en las redes sociales, se hace chanza de todo ello a una velocidad inusitada. Vamos a conceder a ésta persona el beneficio de la duda y la vamos a considerar una persona inteligente: Está claro que ni ella misma se cree unas excusas que, pese a llevar por escrito, es incapaz de mantenerlas sin tartamudear y trabarse. Sabe que está faltando a la verdad y, al empecinarse en mantener su falacia, sus declaraciones se convierten en un insulto para la inteligencia del común de los mortales.
Aunque no es el único momento de insultos de ésta política, cuyos votantes son «los que pagan la hipoteca«. Afirmación que se volvió en su contra a través de Twitter con un hashtag justificado pero de cierto mal gusto (por más que lo comparta, creo que somos lo suficientemente educados como para poder evitar caer en la zafiedad)
Sus amplios conocimientos de historia la llevan a comparar esto:
porque «Se violenta el voto». Claro. El problema es que la población, se ha cansado de argumentaciones, mentiras, despilfarro y corrupción y quieren recuperar el «demos» de la «democracia», no meter una papel en una caja de plástico barato una vez cada cuatro años. Y eso atemoriza a los violadores de la democracia.
Esta señora es una de los que se han erigido en gurús del insulto como argumento político. Porque también podemos revisar los insultos de Arias Cañete: sugiriendo «duchas de agua fría para ahorrar energía» mientras comemos «yogures caducados«. O Martínez Pujalte indicando que los afectados por las hipotecas quieren la dación en pago «para poder comprarse otra vivienda«. Y claro, también está Alicia Sánchez-Camacho, que ante el descubrimiento de que se le triplicó el suelo se justifica diciendo «Hago lo mismo que han hecho otros presidentes del PP«. Sí, es una pena que la tradición entre los presidentes peperos no fuera emigrar…
Tampoco es despreciable el insulto y la falta de educación de Bárcenas que, estando en el ojo del huracán por haber hecho con dinero propio, ajeno, declarado, negro, legal e ilegal, todo aquello que le ha venido en gana, regaló a los periodistas (por ende, a toda la ciudadanía) una castiza peineta.
No sé si llamarlo insulto, pero lo que está claro es el desprecio que siente el presidente del Gobierno hacia la gente de su país. En un principio pensé que se trataba de la agudización de los múltiples complejos de los que ha hecho gala durante todos los años que ha estado en la oposición, pero no, lo que le ocurre al señor Rajoy es que se cree por encima del resto de los mortales y por eso hace declaraciones vía televisión de plasma a unos periodistas que están en la habitación de al lado. Sí, televisión de plasma, el enemigo de la política y culpable de la crisis económica (esas declaraciones también podemos considerarlas como un insulto).
ABORTO= ANALFABETISMO+TERRORISMO+FRACASO
Con la reciente modificación de la ley del aborto (esa que nos devuelve a los años 80) nos hemos encontrado con joyas del insulto que valen su peso en oro. Sin entrar en el hecho de que es un insulto a los derechos de las mujeres (jaleadas además por hombres y por sacerdotes) ciertas «políticas» también se han apuntado a la moda de defender las ideas mediante el insulto, como es el caso de Beatriz Escudero, una mujer que compara el embrión humano con el de los calamares. Si eso no fuera suficiente, la buena señora desarrolla una ecuación que pone en relación el nivel educacional de la mujer con la probabilidad de que aborte. Todo lo cual se basa en estadísticas que no cita. No vaya a ser que la realidad le rebata un (insultante) argumento. Es lo que viene a denominarse comunmente «hacer un Toni Cantó». Al hilo de éste tema, los políticos, en concreto el pío Jorge Fernández Díaz no tardó en comparar el aborto con el terrorismo. Imagino que no es que quisiera insultar la inteligencia de la opinión pública sino que quería llevar a su terreno un tema que no compete al ministerio de Interior. A todo esto, me viene a la mente ¿por qué el aborto es competencia del Ministro de Justicia si, en realidad, es un tema de salud? Bueno, eso supondría que caería en manos de Ana Mato, que no sé qué es peor. Volviendo al tema del aborto, insultan a las mujeres llamándolas analfabetas y terroristas. Y Soraya Saenz de Santamaría, en lugar de mantener el perfil bajo, lo remacha diciendo que el aborto es un fracaso. Ahí lo llevas.
Y LOS CACHORROS QUE VIENEN DETRÁS
Nuevas (de)generaciones de políticos se están apuntando a ésta moda. Gente que estaba calentando el banquillo de las piscifactorias políticas (Nuevas Generaciones o Juventudes Socialistas) y que nadie conocía más allá de los implicados en políticas juveniles en el ayuntamiento/comunidad en la que viven. Suelen ser esos que aparecen con cara de apailados detrás del lider de turno cuando este hace un mitin en la ciudad de turno. Ahí nos encontramos a Beatriz Jurado afirmando que PSOE e IU «solo quieren jóvenes borregos» mientras el PP quiere jóvenes que trabajan. Ahí nos encontramos con el problema de la «movilidad exterior» que tan bien explicó la verborréica y devota de la Virgen del Rocio, Fátima Báñez: los jóvenes en España se están viendo obligados a emigrar. Los que se quedan es por que tienen un enchufe en el PP como es el caso de Carromero que cobra 50.000€ al mes por hacer no se sabe exactamente qué ni con qué mérito (más allá de conducir el coche en el que murió Osvaldo Payá), el de Juan Carlos Caballero cobrando 45.000€ por ser guapo o el de Miss Baleares 2009. Y como Beatriz Jurado no se queda a gusto con lo de (el silencio de) los borregos y envalentonada porque sus estulticias tuvieran un altavoz, no se sonroja en afirmar que Bañez es el hada madrina de los jóvenes. Somos más de 6 millones de personas deseando que lo demuestre.
MENCIÓN ESPECIAL: Juan José Pérez Macián
Este energúmeno se explayó en un artículo contra el 15-M en términos vergonzantes:
Híbridos de hiena y rata. Sí, os digo a vosotros: ¿Se os ha tragado la tierra?. ¿Os han comido los gusanos?. ¿Dónde estáis?. ¿Debajo de qué piedras os escondéis ahora?. ¿Por qué no se os ven ahora las rastras?. ¿No sabéis dónde está la calle de Ferraz?. ¿Ni la dirección de la Junta de Andalucía?. ¿Por qué no se os ve ahora con perros y flautas ante las sedes socialistas?. ¿No tenéis nada que decir a los de CCOO y UGT?. ¿No?. ¿No habéis sido capaces de autoorganizaros en tantos días que han transcurrido ya desde que la Juez Alaya desenredó el repugnante escándalo de los ERES de Andalucía?. ¿Habéis perdido todos el smartphone?. ¿Os habéis quedado sin whatshapp?. ¿Os lo ha desactivado el PSOE?. ¿O es que os parecen pocos millones de euros los 50 robados de las arcas públicas andaluzas a parados y necesitados?. ¿Que un sindicalista andaluz se haya embolsado cuatro millones y medio de euros a costa de los parados, ya no merece vuestra protesta airada y alimentada de insultos y agresiones con ese estilazo que os caracteriza cuando incendiais la calle Génova?. ¿O es que éstos chorizos de la izquierda sí os representan?.
No sólo no se ha retractado de sus palabras, es que su partido ni siquiera le ha amonestado. De dimitir no hablemos, por favor.